El periodista Gonzalo Guillén reiteró sus denuncias contra la directora del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, Cristina Plazas Michelsen. Asegura que la funcionaria llegó a la institución para hacer “funcional” la corrupción señalando que solo acudió a la Fiscalía “cuando estaba absolutamente abrumada, cuando debió intervenir y quitarle los contratos a los politiqueros y no lo hizo”.

Guillén, contra quien la directora del ICBF interpuso una tutela para que le cierren su cuenta de Twitter, insistió en sus acusaciones en entrevista concedida a BluRadio.

“Claro que ella es corrupta. Lo que está haciendo es corrupción, que deja morir a los niños, que peor corrupción que eso. Cristina Plazas debe dar ejemplo no contratando con corruptos y no dejando morir a los niños. Ella dice que debe dar ejemplo poniendo esa tutela, la tutela no es para poner a funcionarios públicos contra particulares, sino todo lo contrario”, expresó.

Afirmó que “tengo muchas otras cosas que decir sobre esa señora y el Bienestar Familiar, de corrupción. Ella llegó a recontratar con los mismos corruptos que se robaron otra vez la plata y crearon nuevas empresas y volvieron a contratarlos”.

Citó el caso de Katya Rosado, “quien tiene una red de testaferros que la señora Plazas conoce y los contrata sistemáticamente”.

Cuestionó a la directora del ICBF manifestando que “ella dijo que los niños se mueren porque los adultos Wayúu se la pasan rascándose la barriga. Entonces yo digo que los niños se mueren porque ella se la pasa ‘rascándose’. Qué entiende ella por eso, ese es problema de ella”.

Gonzalo Guillén dijo que no cree que un juez dé la orden de cerrar su cuenta en la red social, pero agregó que de hacerlo seguirá denunciando las irregularidades en los recursos destinados a la niñez.

“Me encantaría que me cerraran la cuenta. A mí eso no me asusta ni es mi problema. Yo no creo que el drama tenebroso de La Guajira se vaya a solucionar o se vaya a tapar o callar con una tutela ridícula”, anotó.

Por ello consideró “aberrante, absolutamente tenebroso que hayan muerto 7.000 niños de hambre y aquí la discusión sea si una señora se sienta o no ofendida porque le están diciendo que los dejó morir”.

Puntualizó que “el efecto del ICBF sobre los niños más pobres de Colombia es el mismo que tiene un grupo terrorista, la muerte”.